No creerías que lo de las campanas ya no iba a dar más de si (y esto es más una fórmula literaria que otra cosa, que uno, que no es tonto del todo, ya sabe de sobra que aquí no entra nadie ni creyendo ni esperando nada).
En fin, el párroco de la iglesia se fuma un cigarrito de lo más satisfecho pensando en como le van a quedar las campanas.
Ahora sí que ya.
Valencia. Mar. 2013
24 de marzo de 2013
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2 comentarios:
¿Seguro que es un cigarrillo? ¿A quién le sonríe desde esa altura, con esa sonrisa?
A la primera, seguro. A la segunda... que sé yo. :-)
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