Cuando todo apesta*.

Si tengo que elegir entre ver como está el patio y tomar el pulso a la calle, prefiero lo primero. Será una cuestión semántica, pero lo de tomar el pulso a la calle me parece demasiado presuntuoso con esa jerga médica de todo a cien (si eres un lector joven deberías leer jerga médica de todo a 0,60 pero el redondeo lo subió a un euro).
La cosa es que problemas arquitectónicos sumados a otras cositas me impiden ver como está el patio sin estirar el cuello de forma rara, así que con el espíritu de quien va a ver como está el patio, me salí al balcón a tomarle el pulso a la calle.
Un tipo dormía sobre el capó de un coche. De aquí saco yo una foto para Eduardo Manzana, que yo seré muchas cosas, pero rencoroso con los amigos no soy (bueno y de paso aprovecho para dejarlo en mal lugar habiendo tenido tan fácil él hace unos días hacer lo propio). Eduardo tiene un blog, lo podéis ver si pincháis en el enlace de la derecha, y está enfadado con el mundo (aunque en momentos de debilidad es capaz de disfrutar de esas pequeñas cosas que la vida nos pone en el camino, y olvidarse de todo) y cuelga fotos, chulas casi siempre, que cuentan una historia. Eso lo distingue del resto de pringados que hacen de su blog una salida de socorro, espejo de su triste existencia donde colgar fotos que les parecen bonitas. Uf, la cosa se me va de las manos, dada la extensión, a estas alturas solo Eduardo habrá llegado hasta aquí, y más por la curiosidad de hasta dónde, que por las ganas de. Iba por el señor durmiendo en el capó del coche, y el pringado que veía la posibilidad de hacer una foto del tipo todos me dan la espalda que dedicarle a Eduardo. Una sociedad anestesiada. La gente pasaba a su alrededor, todos miraban y pasaban de largo. No como yo, que miraba y continuaba mirando.
Como hacer fotos solo es cosa de apretar un botón, me daba tiempo a pensar en cual sería la actitud correcta, en el caso de que exista una actitud correcta. El premio al tipo más asqueroso, de momento se lo llevaba el mirón del balcón. Una mujer acompañada de su hija y un perrito doblaban la esquina, pasaban por delante de él y se detenían. Hasta ese momento todo el mundo había pasado de él. Alejandro el apestado. Y yo, ¿qué debo hacer?. ¿Continúo dedicándole una foto a Eduardo o dejo que la realidad me joda un homenaje?. ¿Es honesto no decir que un trozo de cielo se ha despejado en Valencia?. Alejandro no es solo un modelo para contar lo que yo quiera. Hay a quien le interesa lo que Alejandro lleva en su interior. Eso pensaba mientras sujetaba la cámara. Aún hice dos fotos mas.
Perdón.

*Editado unas cuantas horas después:
Soy bobo y presuntuoso. Pensaba que lo poco que no decía la foto lo decían las pistas del texto. Si yo en el fondo soy de la misma opinión que Eduardo.
Si la foto no funcionara como homenaje al blog de Eduardo lo mejor sería dejar el homenaje para otro día. ¿Un combo lo deja claro?.
PD: ¿Ves como las disculpas que pedía eran necesarias? ;-)







Dar ejemplo. Valencia. Ene. 2008