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24 de diciembre de 2007

Volando voy.

Esto es lo que pasa cuando tienes la cámara con el tele puesto y disparas de cualquier manera. Sigfrid Monleón rodaba Síndrome laboral, y siempre es mas barato un amigo, que un actor que interprete a un fotógrafo. Miraba los pajaritos en ratos muertos cuando el que nos ocupa decidió que era hora de irse a casa. Yo todavía no sabía que pájaro era, pero al ver que se iba a casa decidí que era un avión y que si salía algo, sería una foto para Raquel. Era lo justo después de tantos aviones llevándonos a donde fuera que estuviera casita durante tanto tiempo. Algo me ha recordado el espíritu de esta foto, no se, algo la pone de actualidad. En todo caso, de nuevo para Raquel.
Si algún ornitólogo se asoma por aquí y quiere quitarme la ilusión y decirme que mas que un avión es un vencejo se lo agradeceré, que los pies de fotos me gustan largos pero no mentirosos, y yo no fui capaz de verle los pies al bicho.


Avión. Valencia jul 2005

11 comentarios:

Kai Försterling dijo...

Pues no tienen unas alas falciformes cual Vencejo, que digamos! Pero en fin, volando vengo...

Desesperada dijo...

pues no parece un avión, querido daniel, pero a raquel le encantará la foto, sea lo que sea. Feliz Navidad.

Oliveiro dijo...

Claramente es un avión, concretamente un Airbus A319, en su versión monoclase ejecutiva (A319 LR) de 48 plazas.

Marta G.Brea dijo...

No soy ornitóloga ni quiero quitarte la ilusión, pero sí creo que esta bonita ave es un avión, una especie de vencejo, despegando al encuentro del viento moviendo las alas al mismo tiempo.

Y curioseando, ya ves, tu blog invita a conocer más, descubro que los vencejos pasan la mayor parte de su vida en el aire; comen, duermen y copulan volando. Únicamente se posan para poner los huevos, incubarlos y criar a sus polluelos. Y permanecen en vuelo ininterrumpido durante nueve meses del año. ¡Asombroso!

Pero me entero también, siempre hay un contrapunto en todo, lo siento, que por el grito muy agudo que emiten en algunos lugares les ha valido el apelativo de "pájaro del diablo".

De todas formas, afortunada Raquel...

Un fuerte abrazo

Daniel García-Sala dijo...

Almas de dios. Menos perros y mas pajaritos.
Kai: La típica forma de hoz de las alas, que el vencejo comparte con las golondrinas y los aviones es difícil verla cuando el pollo se acerca al nido. Despues de milenios de evolución triunfaron los individuos que aprendieros a frenar y no estamparse con una roca.
desesperada: Coincido contigo en que no parece un avión de esos que tienen tren de aterrizaje y motor, pero bien podría ser un avión común, que al igual que los vencejos tenemos tendencia a llamarles golondrinas. Las golondrinas tienen una mancha roja en la cara. Se les puso la cara roja de la vergüenza que les producía que las confundieran con vencejos. Presumidas.

:-) Saludos y buenas fiestas.

Daniel García-Sala dijo...

Marta: Y si por algún accidente tocan tierra la mayoría de las veces son incapaces de alzar el vuelo de nuevo. Un bicho realmente curioso.

Oliveiro Dumas en persona. Su visita hace grande este blog pequeño.

alberto di lolli dijo...

Dani, yo creo que por el color debe ser un avión de Iberia, un poco amarillento, yo calculo que la foto debe ser de los 90. No puedo concretar más porque hay un vencejo delante del avión ...

Doble Sabor dijo...

recuerdo tu interpretación (¿cameo?) de fotógrafo de prensa en el telefilme. ¿para cuándo una "flores de försterling" valenciana? ¡lo que le faltaba al Ego teutón!
ahora que empezáis raquel y marc y tú una nueva aventura el avión vuelve a ponerse de actualidad. un nuevo vuelo y una nueva aventura comienza. eso significa para mi el avión, no sé, otra teoría de todo a un euro.

Eduardo Manzana dijo...

De verdad es todo tan bonito!! creo que voy a llorar.Yo solo veo un pájaro, al cual un día de estos,cualquier bastardo le volara la tapa de los sesos o lo envenenara.......
Lo siento!!!! no es mi mejor día.
Besos para todos.

Eduardo Manzana dijo...

Por cierto bonita foto

Clara dijo...

Lo siento pero eso te pasa por escribir textos tan cojonudos. Yo no veo ni un avión, ni un pájaro. Sólo a Raquel, al bicho y a ti escuchando a Aute en un rincón de Ruzafa.

Me entran tantas ganas de volveros a visitar...

beso.