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18 de febrero de 2009

Rabo de nube.

Apareció sin más, bueno, seguro que el viento puso de su parte, pero la primera vez que miré solo había un montón de árboles y una cima pelada. Nadie me lo dijo, y a mí tampoco se me ocurrió lo de pedir un deseo. He leido por ahí (que es una manera educada de decir lo que me salga de las narices (que es una extraña manera de decir lo que sea que quiero decir. Porque como yo no sangro mucho, lo que me sale, mayormente, son mocos. Pero como a fuerza de repetirlo ya todos nos los sabemos, ni nos extrañamos, ni pensamos en mocos.)) que los rabos de nube que aparecen sin que medie un deseo, raramente se convierten en barredores de tristeza o aguaceros en venganza. Así que todo lo feo que hay, aquí se queda. Foto incluida.
Si algún fan de Silvio se siente escandalizado, ya sabe lo que tiene que hacer, eso si, cualquier reclamación, que sea sin membrete.
Buenas noches, amigos... (que aquí hay de todo).


Valle de Arán, Lleida. Oct. 2008

2 comentarios:

Eduardo Manzana dijo...

kai...tu cuantos deseos pediste....? uno o dos....
por cierto Dani....que fuerte....¡¡¡¡¡¡
ah la foto muy chula....

Daniel García-Sala dijo...

Kai: zZZzZZz
Eduardo: No se si hablas en clave o que, pero yo no me entero ;-)