El año se acaba. Terreno abonado para que broten los propósitos de año nuevo. No te rías ni pienses que es tontería, que si no damos un poco de importancia a las cosas arbitrarias no se a que se lo vamos a dar.
Yo, en un ejercicio de malabarismo, disfrazo un deber de propósito y me apunto con vaciar el Cuarto secreto de los misterios.
La vida de un tipo que juega a la pata coja en la frontera del síndrome de Diógenes pasa ante mis ojos.
Valencia. Ago. 2008
28 de diciembre de 2008
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6 comentarios:
mi sindrome de diógenes son las bolsas del Mercadona. nunca se cuando tengo suficientes.
Que grande es Krahe. Si no fuera por que soy agnóstico, me convirtía a su religión y lo nombraba profeta.
Feliz año, Dani.
¿Vaciarás a saco o pondrás orden? Son dos empresas de lo más diferentes.
Por cierto, ya tengo blog
Biel: Yo me curé llevando el carro al supermercado.
Tomas: El comentario te salió movido, a ver si va a pasar como en el cuento de Cortazar ;-). Bienvenido, gracias e idem.
Cristina: Si ya empiezas poniendo presión... en fin, vaciar. No se si a saco, es que una vez que dejo algo vacío me da no se que continuar, aunque podría ;-). Por cierto, deja un enlace ¿O hay que descubrirlo?. Un beso.
Dani, voy con carro a comprar, y aun asi cojo bolsas cuando la cajera no me ve (están mas nuevas que las que tengo en casa).
Mi debilidad son los clips... No sé ni cómo ni de dónde, pero me sorprendo a menudo metiendo el dedo en su segundo pliegue.. En todos mis bolsos hay uno de esos pequeños objetos perdidos (mínimo). Es como si apareciera el ratoncito pérez.. Si álguien ha perdido uno ya sabeis quién ha sido... Bonito Post, equilibrada foto ¡¡Feliz año!!
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